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Reseña del Seminario “Reconstruyendo las ventanas rotas”

El pasado 15 y 16 de noviembre se desarrolló el Seminario “Reconstruyendo las ventanas rotas” organizado por el Colegio de Profesionales en Criminología de Costa Rica y la Universidad Libre de Costa Rica, en el marco de la celebración del día del criminólogo. La actividad contó con la participación de exponentes de alto nivel, como el caso del Ministro de Seguridad, Michael Soto, el Ex-ministro de Justicia Marco Feolí y la señora Ana Josefina Güell Durán, donde se desarrollaron diferentes temas en relación con la seguridad del país.

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Durante las charlas se presentaron algunos datos en relación con la pobreza y pobreza extrema, la cual a julio del 2018 ronda el 21%, un punto porcentual más que en el año 2017. El difícil acceso a servicios básicos como educación, salud, alimentación, ha sido históricamente factores que inciden en la criminalidad, no obstante, este dato no es determinante dentro del fenómeno delincuencial, pues convergen otros elementos como la exclusión social (etnia, nacionalidad, género) y a la falta de una política integradora entre diferentes instituciones que permitan el abordaje integral del problema. Reducir la brecha de desigualdad, toma relevancia en este punto, salarios más equitativos, mismas oportunidades de empleo, sobre todo en el caso de las mujeres, y reducir el número de personas en trabajos informales.


También se hizo un análisis de algunas políticas criminales, encaminadas mayoritariamente al aumento de penas o la creación de más tipos penales con penas de privación de libertad, como solución al problema de la inseguridad, sin embargo, los números han demostrado una y otra vez la ineficacia de estas medidas, donde lejos de reducir la violencia, lo que ha provocado es un hacinamiento carcelario, el cual, ni con la construcción de más cárceles, se ha reducido, por lo que se plantea la posibilidad de volver la mirada a sistemas penitenciarios como los de Finlandia, pese a ello, las diferencias socio-culturales suponen un reto importante para avanzar por esta vía.


Desde la perspectiva policial, sin duda su profesionalización supone uno de los elementos más importantes a la hora de combatir la delincuencia, con la iniciativa desde el Ministerio de Seguridad Pública de unificar las policías del Estado y tener un mando centralizado que permita el abordaje integral del que tanto se habló durante todo el seminario, propuesta que generó incertidumbre entre los asistentes quienes expresaron su preocupación ante el fracaso de otros países que han optado por este modelo de organización policial.


Las cifras de homicidios, si bien siguen siendo elevadas, parecen indicar que el 2018 va a terminar con números más abajo que las estimaciones hechas a inicio de año, lo que muestra que el trabajo de la policía ha conseguido frenar su aumento y contener los homicidios. En este punto, el ministro Soto comentó el buen resultado de los megaoperativos, los cuales se realizan basados en un análisis criminal semanal para detectar las zonas y las horas conflictivas, aun así, queda diciembre, uno de los meses más difíciles y que por sus particularidades puede elevar la comisión de delitos, por lo que se debe seguir trabajando para evitar que los números se disparen durante las épocas festivas.


Los asistentes pudieron disfrutar también de una charla magistral sobre la suplantación de identidad desde una perspectiva victimológica y criminológica, donde se repasaron varios tipos de identidad y las diferentes formas en que los delincuentes pueden suplantar a otros, haciendo énfasis en las repercusiones para las víctimas. El mensaje más importante que dejó la charla, es el valor que tienen los datos personales en el mercado, y la importancia de cuidarlos, un campo que merece ser analizado con profundidad por los profesionales en criminología para su prevención, considerando que la tecnología ha comenzado a cambiar los modos de operar en este tipo de delitos.


También se realizó un debate sobre los problemas migratorios en Centroamérica y su impacto en el fenómeno criminal, en el cual se revisaron algunos datos de las políticas de varios países que criminalizan al migrante y se irrespetan derechos humanos, señalando que han sido poco efectivas para reducir el problema y resaltando a Costa Rica como un país modelo en la atención de estas poblaciones que en su mayoría vienen huyendo de conflictos políticos. Ante la consulta sobre el aumento de la criminalidad en Costa Rica a causa de la ola de inmigrantes provenientes de Nicaragua durante el presente año, se volvió a desmentir las informaciones que circularon en prensa que atribuían a esta población los problemas de inseguridad ciudadana.


Para finalizar, una mesa redonda cerró la actividad con profesionales en distintas áreas (criminología, trabajo social y ciencias políticas) con el fin de crear lazos con otras ciencias y disciplinas que por su naturaleza, también son importantes para el análisis criminológico, la necesidad de desarrollar programas o políticas criminales integrales, que reúnan a otros expertos, enriquecen la profesión y crean caminos o puentes hacia el trabajo con grupos interdisciplinarios, entendiendo que históricamente han sido otras ciencias las que han realizado el trabajo que hasta ahora los criminólogos (as) están desarrollando y que un acercamiento a ellas podría ayudar a la mejora en la investigación del fenómeno criminal.


A modo de conclusión, durante el seminario se hizo mención a lo poco que los profesionales en criminología están haciendo por dar a conocer su labor y la carencia de investigación científica en la materia, lo que significa un llamado de atención para comenzar a derribar mitos y barreras que como profesional el mismo criminólogo se ha puesto. Una actividad de lujo que sin duda brindó herramientas a cada asistente para seguir trabajando y creando esfuerzos para reconstruir las ventanas rotas de nuestra sociedad.

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