Saludos lectores
Leo con preocupación opiniones sobre el juego en redes sociales llamado “La Ballena Azul”, no solo por la visibilidad que ha comenzado a tener en latinoamerica o porque en apariencia haya cobrado la vida de más de 100 adolescentes en todo el mundo hasta el momento, sino también por ese sector que ha comenzado a subestimar el juego y consideran que las víctimas son “tontas” por caer, reduciendo todo el problema a esto.
Es muy común que los adultos comparemos nuestra juventud con la actual, cayendo en la falsa idea de que los adolescentes de ahora están en las mismas condiciones que nosotros años atrás y que los problemas actuales se solucionan con las mismas prácticas que usaron nuestros padres ¡grave error! Es momento que aceptemos de una vez por todas que los niños y adolescentes de hoy, no son ni van a ser igual a nosotros, tenemos que actualizarnos y adecuarnos al contexto y al reto que representa vivir en la era tecnológica.
Brevemente, para los que no están familiarizados con este juego, el mismo consiste en una serie de 50 tareas que el adolescente debe realizar, que corresponden a retos mayoritariamente diseñados para que la persona se aísle y se auto lesione. La prueba final es el suicidio. Les dejo un link para que conozcan más sobre el juego, y ver los retos para que puedan identificar alguna conducta en sus hijos que se asemeje.
Se dice que el juego se originó en Rusia y que ya se ha capturado a un sospechoso, que dicho sea de paso, en apariencia se capturó a finales del año pasado y no hace unos días como trascendió en los medios (ver link). Aún así, hay artículos que desmienten la existencia del juego, y que consideran que esto corresponde a un mito en redes redes sociales y que no hay material suficiente para asegurar que efectivamente esta ola de suicidios se haya dado por el juego, les dejo también un enlace sobre esto.
Aún así, indiferentemente de si es cierto o no, no debe extrañarnos que el fenómeno comience a imitarse entre nuestros jóvenes, que los puede exponer no solo a estas prácticas suicidas, sino a que sean utilizados por otros grupos en redes que busquen obtener información de ellos para otro tipo de delitos (asaltos a vivienda, violaciones, secuestro, fraudes cibernéticos). Por eso, les dejo el perfil que pueden tener las posibles víctimas del juego.
Jóvenes emocionalmente inestables
El primer grupo de adolescentes que está propenso a caer en el juego, son todos aquellos que se encuentran en riesgo social, aquellos que atraviesan una etapa difícil en sus casas, con padres agresores, o despreocupados de su educación o para atender sus necesidades, de padres ausentes por situaciones laborales o los que carecen de atención, guía, cariño o comprensión. Posiblemente muchas de estas víctimas también presenten algún rasgo de personalidad anómalo.
Víctimas de bullying
Esta población es muy vulnerable, las agresiones que reciben pueden provocar que la persona caiga en períodos de ansiedad o depresión que lo lleven al suicidio, o bien, los mismos acosadores pueden obligarlos a realizar estas prácticas, hay que recordar que en el tema del bullying, el agresor ejerce una fuerte influencia sobre su víctima, y a veces la persona no sabe cómo comunicar esto a sus padres.
Jóvenes con problemas de comportamiento
Así mismo, aquellos jóvenes rebeldes, desafiantes de la autoridad y que por lo general lideran en su grupo de amigos o tienen una posición de importancia dentro del mismo, son también propensos a caer en este juego, estas personas pueden, en su búsqueda de identidad, reafirmar frente a su círculo quién puede llegar más lejos o soportar más las pruebas. Recordemos que los adolescentes están en esa etapa de transición entre la niñez y la vida adulta, y es donde surge esa necesidad de ser “alguien” y se experimentan cosas nuevas.
Jóvenes con problemas de drogas
Las drogas en el organismo pueden provocar diferentes episodios psicóticos que induzcan a los jóvenes a realizar este tipo de prácticas, quizás solo por diversión y sin la intención del suicidio, sino por el reto de ganarle a este personaje virtual y desafiarlo, o experimentar sensaciones nuevas, muchas veces provocadas por las mismas sustancias que producen las drogas en su cuerpo.
Jóvenes aparentemente normales
Si su hijo es una persona que en casa recibe buena orientación, hay buenos canales de comunicación y en general es un adolescente normal, con buen rendimiento escolar y sin problemas de comportamiento o de otro tipo aparente, no se confíe, manténgase alerta, a veces cometemos el error de creer que esto solo le puede ocurrir a jóvenes con problemas como los mencionados anteriormente, pero una agresión sexual repentina, una ruptura sentimental o el chantaje (ejemplo, temor a que fotos, videos o mensajes íntimos circulen en la red), pueden empujar a un joven “normal” a participar, no debemos subestimar el poder que un acto como estos puede provocar en un adolescente, no es el primer caso de jóvenes que simplemente, y sin razón aparente, terminan acabando con sus vidas.
Espero que la información sea de utilidad para todos los padres y encargados de velar por nuestros jóvenes con el fin de detectar a tiempo estas conductas que pongan en riesgo sus vidas y nos permitan actuar a tiempo.
