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Caso Parrita ¿asesino serial?


Saludos lectores


Las autoridades costarricenses confirmaron la detención de un sujeto sospechoso de asesinar a dos mujeres en el sector de Parrita hace algunos meses atrás. Tras las declaraciones del director del Organismo de Investigación Judicial, Walter Espinoza, los titulares nacionales, y hasta la prensa internacional, resaltaron la detención de un “Asesino Serial”.


Antes de continuar, quiero aclarar que bajo ninguna circunstancia pongo en duda la investigación y el perfil realizado por nuestras autoridades, pues como ya he mencionado en otros artículos, tuve la oportunidad de conocer y entrevistar a dos funcionarios de la unidad que trabaja en la investigación de casos complejos de esta naturaleza, y puedo afirmar el profesionalismo y el conocimiento que tienen hoy en día sobre la materia. No obstante, y dadas las circunstancias del hecho, es importante hacer un análisis sobre lo que es un asesino en serie, y que el uso de esta palabra no se utilice para crear sensacionalismo y morbo entre la población.


Para esto, es necesario remitirnos a los estudios realizados sobre el tema, existen discrepancias entre profesionales, sobre si lo que determina a un homicida serial es la cantidad de hechos cometidos o si lo que importa son sus motivaciones, y en realidad, ambas posiciones tienen la misma validez. Como indica el criminólogo y experto en temas de perfilación criminal, Vicente Garrido:

Las nomenclaturas varían en el tiempo, y el concepto de lo que es un asesino en serie también ha cambiado con los años: actualmente se aplica este término a quien mata al menos en tres momentos y lugares diferentes, cada escenario del crimen separado con nitidez. Pero a comienzos de los años ochenta del pasado siglo, el número de víctimas y de escenarios era de dos, lo cual tiene mucho sentido si entendemos que dos crímenes bien pueden ser el inicio de una progresión homicida. (La Mente Criminal, 2007).
Existen varias definiciones de “asesino en serie”. Douglas y Burgess (1986) lo definen como aquél que realiza tres o más homicidios en diferentes lugares, en momentos diferentes de tiempo, que puede consistir en días, semanas o meses. Egger (1990), por su parte, sólo habla de la necesidad de cometer un segundo delito en la persona de una víctima desconocida, también en otro lugar y en momento posterior. Pero la mayoría de los autores se decanta por considerar un mínimo de tres asesinatos para definir a un asesino en serie (Hickey, 1991; Jenkins, 1988). (El Perfil Psicológico aplicado a la captura de Asesinos en serie: El caso de J.F, 2000)

Las declaraciones dadas a la prensa por parte del OIJ, tienen una gran diferencia respecto a lo que se publicó en los medios, claro está que cuando se realiza un perfil criminológico sobre estos homicidas, la investigación arroja una serie de características que guían al investigador, y su pericia, conocimientos y experiencia previa, le permiten determinar cuando un sujeto cumple con criterios para ser considerado un asesino serial, como el caso que nos ocupa en este artículo, que pese a cometer solo 2 homicidios, se le cataloga como una especie de homicida serial, pero que para efectos técnicos (incluso históricos), no le podemos llamar propiamente como tal, aunque el caso sirve de material de estudio y análisis por quienes estudiamos a profundidad el tema.


Caso contrario ocurre con hechos anteriores ocurridos en el país y catalogados como homicidas seriales, hablamos por supuesto de las 19 víctimas atribuidas al “Psicópata”, el caso del “Descuartizador” o el más reciente, el de Adrián Javier Arroyo Gutiérrez, considerado quizás como el primer homicida serial capturado y juzgado por sus crímenes contra 6 mujeres en condición de calle entre el 2014-2015.


Ahora bien ¿qué dicen las autoridades sobre el perfil de este nuevo caso y por qué se considera que estamos ante un posible asesino serial?

“Ambos hechos ocurren en una fecha especial, el primero el 14 de febrero (día del Amor y la Amistad) y el segundo en la fecha de cumpleaños del homicida. Además, según el análisis que realizamos, existía la posibilidad de que cometiese otro hecho delictivo semejante transcurrido el periodo de enfriamiento, que es de tres meses, con lo que casualmente coincidiría con el Día de la Madre”, explicó Wálter Espinoza, director de la Policía Judicial.
El jerarca agregó que las dos mujeres tenían heridas similares y que el hombre acudió con ellas a lugares abiertos conocidos por él, donde se cometieron los homicidios.
“Las dos fueron asesinadas como consecuencia de lesiones en su cuello, una (Salazar) tenía dos heridas cortantes en el cuello muy profundas, de seis y diez centímetros, mientras que la segunda (Córdoba) murió por asfixia con un mecate y también tenía una herida en el cuello. Ambas recibieron estocadas fuertes en la base del cráneo con un cuchillo y otras en abdomen, estómago y costados del cuerpo”, detalló Espinoza. (La Nación).

Respecto al modo de operar, la investigación indica que el sujeto establecía contacto con sus víctimas mediante redes sociales, donde luego de ganarse su confianza, las convencía para que acudieran a una cita con él, donde posteriormente las llevaba a sitios solitarios y llevaba a cabo sus actos.

“El móvil de ambos homicidios tiene características de sexualidad, tanto así que la marca o la firma del sujeto es cortar la ropa interior y dejar sus genitales expuestos. Existe la posibilidad de un acercamiento de otra naturaleza y con más contenido sexual, pero tendríamos que comparar los fluidos biológicos”, manifestó Espinoza.
Luego de matarlas, se presume que López sustraía el celular a las mujeres y se comunicaba con sus familiares o alguna persona cercana a ellas para “protegerse”.(La Nación).

Todo lo anterior, nos permite inferir que nos encontramos ante una persona que de no haber sido detenida, posiblemente seguiría actuando hasta convertirse en un verdadero asesino en serie, pues es claro que este tipo de criminal no se detiene, por lo que es de rescatar y aplaudir la labor de nuestra policía para dar con su captura antes de que sumara una víctima más. En todo caso, no se puede descartar la posibilidad de que éstas no sean sus primeras víctimas, ya que la evolución de dichos homicidas, no es tan limpia y definida en sus primeros ataques, y analizando la poca información que fue revelada al publico, ya este sujeto tenía muy marcado su modo de operar, y hasta montó su coartada, pero esto solo el tiempo nos lo dirá, o quizás ya estén nuestras autoridades detrás de esto. Para ampliar detalles, pueden ver la conferencia de prensa aquí.

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Imagen extraída de nacion.com

Por tanto, si bien no comparto la utilización del término “asesino en serie” como se ha mostrado por parte de los medios de comunicación, y por un asunto meramente académico, lo cierto es que la labor de investigación merece para mi mucha admiración y habla muy bien de la calidad de profesionales que tenemos en nuestro país, y que ya ha quedado demostrado en casos como el homicidio múltiple de Liberia, por lo que no me queda la menor duda que este individuo estaba listo para seguir enlutando a nuestras familias.


Finalmente les dejo, para los que gustan devorar este tipo de literatura, enlaces a los trabajos del colega Garrido y que seguramente serán de mucha utilidad para quienes estudian el tema:


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