Costa Rica ¿una Suiza Centroamericana para el mundo?

Bajo el lema “Está en nuestra naturaleza cuidarnos juntos”, el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) lanzó el pasado miércoles 21 de noviembre su nueva campaña de Seguridad Turística. El lanzamiento coincide con la temporada de mayor visitación de turistas tanto nacionales como extranjeros a Costa Rica.

Costa Rica, país de 5 003 000 millones de habitantes y con una dimensión territorial de 51 100 kilómetros cuadrados, país verde y lleno de fauna exótica que cautiva a propios y extraños dentro de nuestras fronteras, país del “PURA VIDA” y del “MAE TODO BIEN “donde nuestra cultura se caracteriza por lo “TUANIS” que somos los ticos con el extranjero y con el propio. Costa Rica como país tropical, siempre se ha caracterizado por tener un buen trato hacia el mundo, instituciones destinan millones de dólares a campañas dedicadas exclusivamente a dar una imagen positiva y verde del país hacia el mundo en donde “SOMOS ESENCIAL COSTA RICA” es la premisa o máxima del Gobierno hacia el mundo a fin de atraer inversión extranjera que aumente significativamente la economía del país, engranando muchas aristas sociales como la reactivación económica y la generación de empleo.

El estado destina toda esta responsabilidad al Instituto Costarricense de Turismo (ICT) el cual tiene por norma el deber de crear los mecanismos necesarios para que la industria turística nacional sea atractiva y competitiva hacia el mundo, desarrollando una serie de procesos de formulación e implementación de planificaciones estratégicas de desarrollo turístico. Sin embargo, toda esta tarea que realiza el ICT no sería realizable sin la ayuda de otros organismos estatales como lo son las municipalidades, las cuales juegan un papel importante en el desarrollo de las zonas rurales del país y el fomento de políticas sostenibles de desarrollo turístico.

Hablemos un poco de números a fin de sustentar lo dicho anteriormente, según un estudio realizado por el Banco Central de Costa Rica en conjunto con el Instituto Costarricense de Turismo el sector turismo aportó al PIB un 6.3% en el año 2016 siendo uno de los más altos a nivel de otros servicios como los informáticos que aporta un 2.2% al PIB, además que nos permite comparar a nivel de otros países, siendo Costa Rica uno de los países que más aporte recibe por parte del sector turismo al PIB.

A nivel de empleo se concluye que las industrias características del turismo emplean cerca de 211.000 trabajadores, lo que representa un 8,8% del empleo total para 2016 Cuenta Satélite de Turismo. BCCR

La anterior explicación tiene un fondo y es la de explicar a detalle la importancia del sector turismo en el desarrollo sostenible de la economía del país, lo cual viene a generar un importante cambio en la reactivación tanto social como económica, a fin de traer recursos frescos a las arcas estatales y así poder sustentar la generación de políticas aplicables al desarrollo social del país.

Pero nunca infaltable en todo desarrollo social, tenemos la inseguridad, palabra que genera preocupación en muchos y tristeza en otros, palabra que coloca a un país entre los mejores posicionados en los índices de criminalidad o entre los peores, palabra que destrona a muchos políticos de sus puestos y que maquilla la imagen de un país de forma oscura hacia el mundo; y en este aspecto Costa Rica no escapa de esta tan dura realidad.

Según lo cita el sitio Infobae, el fin de semana de la primera semana de Agosto dos turistas de nacionalidad Mexicana y Española fueron víctimas de la delincuencia, la turista española de Nombre Arantxa López Gutiérrez fue estrangulada en un intento de violación y la turista mexicana de nombre María Trinidad Matus Tenorio la cual murió por un aparente intento de asalto, además de otra turista de nacionalidad británica la cual pudo escapar y poner a salvo su vida. Dichos homicidios pusieron en tela de duda la seguridad que brinda Costa Rica a los turistas, seguridad que por mandado constitucional es deber del Estado en su cumplimiento hacia la población nacional o extranjera.

Por lo anteriormente citado y haciendo un análisis criminológico de la realidad que vive Costa Rica y la imagen que da al mundo, no existen políticas criminales eficaces en tema de prevención del delito además de que unos de los componentes primarios como lo es la reacción social muchas veces no va encaminada hacia un rumbo adecuado sea la reacción social informal la cual juzga y castiga duramente la reacción formal la cual tiene la obligación de normar y castigar aquellos eventos que se salgan de la normalidad deseada. Es por lo anterior que Costa Rica no genera política criminal trascendente, la cual venga a dar tranquilidad a todo el conglomerado social, en donde cuyos órganos administradores de la seguridad estatal se encuentra atados de manos en cuanto a las normas obsoletas que rigen nuestro ordenamiento jurídico.

Vivimos en un país donde jugamos al gato y al ratón, el legislador ya no actúa basándose en las premisas fundamentales de armonía social, el legislador ya no razona objetivamente y deja atados de manos a los administradores de la justicia y seguridad, en palabras sencillas vivimos encerrados en una utopía basada en la Costa Rica verde y segura en la Costa Rica amable donde el índice de homicidios no baja de 10 homicidios por cada 100 mil habitantes, registrándose en promedio 600 homicidios por año, tasa que para las autoridades de seguridad es relativamente baja (tendencia) en comparación a otros países centroamericanos como Honduras el cual supera los 1000 homicidios por año (homicidios con perfil de crimen organizado-bandas).

Lo anterior nos genera la duda, ¿es Costa Rica un país seguro a diferencia de sus hermanos centroamericanos? ¿Qué cara le damos al mundo en cuanto a atracción de inversión extranjera? Pues como respuesta lastimosamente nada alentadora debemos de decir que de hace una década le empezamos a vender al mundo un ideal erróneo, cada vez más el subdesarrollo nos enmarca como país, la pobreza como generador de desequilibrio social impulsa cada vez más a nuestros jóvenes a empezar su camino por los bajos caminos del crimen, sin mencionar la importante migración de recurso criminal que hemos venido consintiendo.

Lo dicho exige poner las barbas en remojo, dejar de percibir un numero preocupante como una moda aceptable, dejar de objetar como país que la disminución de 10 homicidios es un gran cambio positivo y que el llevar 400 nuevos policías a las calles sin las herramientas esenciales para realizar bien su trabajo son cambios positivos a largo plazo. Es momento de generarle al turista o extranjero esas ganas de querer visitar nuestro país, de querer invertir en nuestro país, es momento que la clase política empiece a crear políticas criminales efectivas, invertir en prevención y menos represión, crear mecanismos de seguimiento eficaces, programas de seguridad enfocados a brindarle recomendaciones al extranjero sobre qué zonas visitar y cuales zonas no visitar, cambiar la imagen oscura de la capital y nuestras playas y poner a trabajar a organizaciones locales a fin de mantener una cultura de paz y armonía con el desarrollo de programas de cultura, educación, sostenibilidad ambiental.

Confiamos en que cada vez más Costa Rica resurgirá entre las cenizas y olvidaremos ese trago amargo que nos abofeteo como país y nos dijo “La delincuencia se apodera de su país y espanta al turista”, volveremos a ser la Suiza Centroamericana de la cual nos enorgullecíamos de chiquillos y le decíamos al mundo “VISÍTENOS”. Recordemos que es nuestra responsabilidad cambiar nuestra realidad y generar como sociedad un ambiente de desarrollo social colmado de armonía y paz social.